Eslabones perdidos: JORGE FANDERMOLE

MITOLOGÍAS
Cierre de la trilogía que da inicio a su primera etapa como solista (Pájaros de fin de invierno - Tierra, sangre y agua - Mitologías); época en la que Fandermole muestra su faceta más rockera. Luego vendrá la edición de una antología y su dúo con Lucho González para dar paso a una era mucho más folclórica y acústica. Este disco parece ser una flor negra en su carrera. Una flor oscura pero bella al fin. El casi blues canción de amor de las bestias con su solo desenfrenado de guitarra eléctrica; los increíbles tiempo de silencio o agua de la luna y hasta se le anima al reggae con pilotos del abismo. Intrincado por donde se lo mire, se vislumbra una gran labor percusiva de Perone.

EDICIÓN
Discos Melopea 1989

MÚSICOS
Jorge Fandermole: guitarras, flauta traversa, voz
Javier Fioramonti: guitarra, bajo
Iván Tarabelli: teclados
Juancho Perone: percusión
Clarisa Álvarez: coros

CANCIONES
la rebelión de Iris
canción de amor de las bestias
tiempo de silencio
pilotos del abismo
alegres y cobardes
lágrimas en la lluvia
agua de la luna (Fandermole-De Benedictis)
los nombres del viajero
dudas de Da Vinci

Tiempo de silencio
Silencio como pluma en el vacío,
como quien calla un sueño mientras sueña,
silencio en el espacio y los navíos
y en el alma de fuego de la leña.
Silencio en los portales de la guerra
-hagan silencio tropas y armamentos-,
en los ordenadores de la Tierra,
del cosmos y del mar guarden silencio.
Silencio hasta que el aire se desmaye
en los arcos vacíos del aliento,
pobladas de gargantas en la calle,
que nada quede flotando en el viento.
Silencio en los balcones y en los templos,
quiero pedir silencio en los estrados,
a los jueces quiero pedir silencio,
a los absueltos y a los condenados.
Silencio porque una palabra muda
es más que una palabra hueca,
donde los cuestionarios y las dudas
son como un manantial que no se seca.
Silencio cuando estamos casi muertos
de tanto decir muerte por la boca,
comiendo con nuestros oídos abiertos
palabras, esqueletos de gaviotas.
En el silencio habrá palabra nueva
saltando como flor en los deshechos;
que nos borre de los labios la niebla
y nos vuelva a llenar de luz el pecho.
Avispa que se ha ido agigantando
hasta cubrir de mentira los muros
sin ver que su aguijón quedó brillando
como una estrella contra un lienzo oscuro.
Silencio cuando estemos casi muertos
...
Otras versiones
tiempo de silencio; agua de la luna (Juan C. Baglietto)