martes, 18 de noviembre de 2008

Otros: LILIANA HERRERO

ISLA DEL TESORO
Liliana Herrero apuesta al riesgo con un álbum donde prima la furia por sobre la calma, aún con sus momentos de ternura y suavidad. Así lo demuestran la arenosa, piedra y camino, Donata Suárez -con la genial intervención de la voz de Páez, director artístico de este trabajo- y gatito e' las penas, donde se alcanza el punto máximo de ebullición. Cuando llega el turno de la irreverente aunque elegante chacarera del expediente todo se convierte en reggae. En cambio creciente de nueve lunas da paso al funk... al mejor estilo de la última etapa de Miles Davis. El vértigo en los arreglos, las huellas filosas de las guitarras eléctricas y la batería y los solos de saxo descolocan al oyente y ofrecen al disco un clima único e irrepetible. El cierre queda reservado para upa Federico, otra hermosa joya del Cuchi Leguizamón.

EDICIÓN
PolyGram Discos 1994

MÚSICOS
Fito Páez: teclados, guitarras, bajo, tambor, voz
Iván Tarabelli: piano, teclados, bajo de teclados
Guillermo Vadalá, Beto Satragni: bajo
Claudio Bolzani: guitarras
Juancho Perone: guitarra, percusión
Osvaldo Fattoruso: batería, platillos
Roy Elder: saxo
Invitados: Ricardo Mollo, Chango Farías Gómez, Claudia Puyó, Delfina Arias

CANCIONES
la arenosa (Leguizamón-Castilla)
tristeza (Hnos. Núñez)
chacarera del expediente (G. C. Leguizamón)
si llega a ser tucumana (M. A. Pérez)
creciente de nueve lunas (Ch. Müller)
ay, soledad (Ch. Müller)
piedra y camino (A. Yupanqui)
los ejes de mi carreta (A. Yupanqui)
Donata Suárez (J. Falú-Herrera)
los inundados (Ramírez-Aizemberg)
gatito e' las penas (R. Carnota)
upa Federico (G. C. Leguizamón)

Chacarera del expediente
El pobre que nunca tiene
ni un peso pa' andar contento
no bien se halla una gallina
que ya me lo meten preso.
El comisario ladino
que oficia de diligente
lo hace confesar a palos
al preso y a sus parientes.
Y se pasan las semanas
engordando el expediente
mientras el preso suspira
por un Doctor influyente.
La tía vendió la cama
pa' pagarle al abogado
-si algún día sale libre
tendrá que dormir parado-.
El juez a los cuatro meses
lo cita pa' interrogarlo,
como es pobre y tartamudo
ninguno quiere escucharl.
Y la prisión preventiva
dictan al infortunado
que ya lleva un año preso
y hasta de Dios se ha olvidado.
Amalaya la justicia,
imita a los abogados,
cuando la ley nace sorda
no la compone ni el diablo.
Estas son cosas del pueblo,
de los que no tienen nada;
esos que juntan millones
tienen la Casa Rosada.
...
Otras versiones
Clásicos del folclore argentino

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