Lanzamientos 2008: LUIS ALBERTO SPINETTA

UN MAÑANA
Con el correr del disco Spinetta va organizando los temas a partir de riffs o melodías para su guitarra. En su necesidad de reinventarse a sí mismo sin perder la línea, intenta desmembrar sus estructuras más tradicionales. Tomando riendas en el asunto compone canción de amor para Olga, una pequeña suite en tres actos en la que el maestro Cardone hace uso de la orquestación sinfónica para ensamblar a manera de separadores las diferentes piezas del rompecabezas. Un mañana, es una instrumental "ochentosa" que bien podrían haber grabado por entonces Carlos Cutaia, Giorgio Moroder o Alan Parsons. La acústica hiedra al sol con su fragilidad, el bolero final para soñar y la antigua hombre de luz, que nos transporta a una película de ciencia ficción -lleva letra de su padre Santiago- contribuyen también para ofrecer al disco multiplicidad de colores y texturas. Fieles a su estilo aparecen las más rítmicas mi elemento, preso ventanilla y la mendiga, inequívoco guiño a la etapa Jade y sus imágenes porteñas. En este tema se lucen los teclados de Cardone y en el rockero tu vuelo al fin el uruguayo Nicolás Ibarburu remata con un espléndido solo de guitarra eléctrica.

EDICIÓN
Universal Music Argentina 2008

MÚSICOS
Luis Alberto Spinetta: guitarra eléctrica, guitarra española, programación, bajo, cuerdas de viola sinty, teclados, voz
Claudio Cardone: teclados, orquestaciones, arreglos de cuerdas
Nerina Nicotra: bajo
Sergio Verdinelli: batería
Invitados: Valentino Spinetta, Baltasar Camotto, Nicolás Ibarburu, Sartén Asaressi

CANCIONES
la mendiga
vacío sideral
no quiere decir
tu vuelo al fin
hiedra al sol
canción de amor para Olga (Spinetta-Cardone)
un mañana
mi elemento
hombre de luz (Luis Santiago Spinetta)
preso ventanilla
despierta en la brisa
para soñar

Preso ventanilla
Alguien dijo basta y nunca amenció,
luego vino un ángel
que se precipitó en su rostro
sin nadie ya...
Transformado en duende,
en copo de cartón,
quiso conocer de arriba
todas las ciudades,
sin nadie ya...
¿Y cómo imaginar que tanta soledad
pudiera despertar en él esa piedad...?
Y desde que la vida ya no le importó
quiso recordar y se perdió en la mañana,
flor que late y late
aunque nunca encuentre
un cuerpo que le habite.
Ya transformado en gema,
en lívido cristal,
se supo acrecentado
y entonces encendió su mecha
sin fuego ya...
Luego como monstruo,
un eje de metal,
quiso conocer el mar
y despertó en un barco...
¡en forma de bulón!
Tan sólo regresar
para reír y llorar
-única salida en un mundo que no está-.
¿Y cómo puede ser que su deseo concibió
el envión que podrá propulsarlo
al aire de las avenidas?
...y no cae nunca, está lejos de la vida.
Estrellado en un periódico
perdió el control total
y así habló desde una hoja.
Por fin tocó un portero
y oyó: "usted no está",
quiso reconocerse
y en este mundo no hay espejos
sin alguien.
Así como una roca o un tímido jazmín
sintió que transmutaba
y cada nueva vez lo hacía
sin alma ya.
¿Y cómo imaginar que tanta soledad
pudiera despertar en él esa piedad?
No sólo revivió sino que a todos ayudó,
se completó en una flor para surgir
en llamaradas de su amor perdidas...
Vaga, vaga y vaga
infundiendo vida,
juega en la distancia
-preso ventanilla-,
corre con su sombra
en la serranía,
juega en la distancia
-preso ventanilla-
...