Conceptuales: JAIRO

CHE - DIARIO DEL REGRESO
La estupenda voz de Jairo, una de las mejores de la Argentina, narra en primera persona la crónica de su último viaje -o su segundo nacimiento-. El fantasma del Che sobrevolando, con un halo de tristeza, los lugares que alguna vez ha pisado. En realidad la travesía se inicia cuando los antropólogos descubren sus restos después de permanecer ocultos por más de treinta años. Seguramente por el peso de tener que realizar semejante obra, la apuesta no se concentra tanto en la fuerza sino en su prolijidad y los arreglos vanguardistas en manos de un amplio conocedor de los ritmos latinos: el maestro Oscar Cardozo Ocampo, un devoto más de Guevara. Otra vez Jairo demuestra lo bien que se desenvuelve cantando milongas (despedida del anochecer). Magistral el candombe a modo de paloma y aquellos ritmos que coinciden con el paso del Che por La Habana (guajira, rumba...). Súmamente cuidados los versos del escritor Hamlet Lima Quintana, quien expresa así también la gran admiración que sentía por el Che Guevara.

EDICIÓN
TST/Dbn 2000

MÚSICOS
Jairo: voz, coros
Oscar Cardozo Ocampo: arreglos, dirección, guitarras, teclados, piano
Domingo Cura, Facundo Guevara, Santiago Vázquez: percusión
Rodolfo Ruiz: charango
Claudio Baraviera: cello
Manuel Miranda: sikus
Walter Ríos: bandoneón
Américo Bellotto: trompetas
Víctor Scorupsky: saxos
Invitados: Luis Salinas, Rubén Mono Izarrualde

CANCIONES

EN BOLIVIA (20-6-97)
sí, soy yo
vientre del barro
las figuraciones
pertenencia de la tierra
a modo de paloma
despedida del anochecer

EN VUELO (14-7-97, al mediodía)
volando por el cielo
confesional de América
ay, corazón, no te desboques

EN LA HABANA (14-7-97, a la noche)
del cielo y de la Tierra
yo soy el recordado
imágenes cotidianas
cántame un son, Nicolás

EN SANTA CLARA (17-10-97)
resurrección en Santa Clara

Resurrección en Santa Clara
Siento los golpes del tiempo acompasado
como una lluvia goteando entre mis huesos,
un pueblo entero me deposito un beso
como envolviendo mi germinal pasado.
Y soy semilla frutal de primavera,
una paloma que vuelve en el arrullo
enamorando la sangre del capullo
que va gestando la flor de la pradera.
Siento el silencio que llega del invierno
atravesando la tierra y su latido,
oigo que estalla la fuerza del bramido
iluminando las voces de lo eterno.
Por Santa Clara se me libera el preso,
se va opacando la muerte en el milagro
y está diciendo que en lucha me consagro.
Soy el cacique y estoy en el regreso.
Vuelvo a la vida para sumarme al pueblo...
...